MENSAJES DESDE EL AGUA: LOS INVESTIGADORES REVELAN DOS MÉTODOS DE COMUNICACIÓN AGUA-AIRE

El aire y el agua son medios de comunicación fundamentalmente diferentes, lo que hace imposible la comunicación inalámbrica directa entre sistemas basados en el agua y en el aire.

Las señales acústicas o de sonar subacuáticas se reflejan en la superficie del agua, y las señales de radio se desvanecen rápidamente cuando pasan del aire menos denso al agua más densa.

Si el experimento de vídeo sintético de KIT se parece en algo al método de traducción de voz del profesor Waibel (un proceso llamado Face-Dubbing++), es posible que el equipo subacuático de KIT tradujera el audio de la voz a texto y enviara los datos del texto a un intermediario en la superficie. El intermediario reenviaría entonces los datos el resto de la distancia hasta el equipo de la superficie, donde podrían utilizarse finalmente para generar un vídeo sintético de la voz y el rostro del hablante.

Ya en 2018, el MIT Media Lab, laboratorio dentro de la Escuela de Arquitectura y Planificación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, presentó la comunicación Translational Acoustic-RF (TARF). TARF es un sistema con un componente submarino que transmite señales de sonar, provocando vibraciones en la superficie del agua. Un receptor TARF altamente sensible puede entonces utilizar un radar para detectar esas señales y descodificar la información enviada. El sistema también está pensado para funcionar a la inversa, proporcionando una línea de comunicación que no depende de un intermediario.

El TARF admite altas velocidades de datos gracias a la multiplexación por división de frecuencia ortogonal. La parte de radar del transmisor funciona en el rango de 30-300 GHz, que está en línea con el 5G.

Los datos pueden deducirse por el ángulo de vibración de la señal reflejada, como 100 Hz para el 0 y 200 Hz para el 1.

El equipo que creó el TARF realizó experimentos en diversas condiciones del agua y con generación de ruido natural y no natural. Incluso en estas condiciones variables, el equipo pudo transmitir mensajes.

Aunque la vibración de la superficie generada por el TARF es muy sutil, la frecuencia de las señales comparada con la de otros fenómenos que ocurren cerca en el agua es mucho mayor en magnitud, por lo que es posible filtrarla. Por ejemplo, las ondas naturales son de aproximadamente 1 Hz.

Aunque la comunicación inalámbrica agua-aire está todavía muy lejos de ser una solución escalable, estos investigadores han demostrado dos métodos prometedores: la transmisión de datos de texto para la reconstrucción de vídeos sintéticos o el desarrollo de receptores muy sensibles para detectar las vibraciones de la superficie del agua.

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