En un comunicado en el que anunciaba la actualización, la plataforma de streaming anunció que está ampliando el alcance de sus operaciones en el viejo continente. El mismo comunicado señala que desde el 2016 ha invertido unos 160 millones de euros en la producción de contenidos cinematográficos en todo el continente africano, una inversión que ha generado alrededor de 12.000 puestos de trabajo en grandes mercados como Nigeria, Sudáfrica y Kenia.
Con más de mil millones de habitantes y más de 2.000 idiomas, África representa tanto un reto como una oportunidad para Netflix. Este nuevo movimiento permitirá a Netflix atender a diferentes submercados en África y capacitar a la red para promover historias africanas en un escenario global.
Durante una rueda de prensa, la directora de políticas de Netflix para el África subsahariana, Shola Sanni, afirmó que la empresa seguirá expandiéndose a más países africanos “Esto es un comienzo, planeamos llegar a más países del continente”, dijo Shola Sanni, directora de políticas de Netflix para el África subsahariana, en una conferencia de prensa en Johannesburgo.
En los últimos años, Netflix ha apostado por diversificar su producción fuera de Estados Unidos, logrando grandes resultados. En 2021, la empresa se ha asociado con la Unesco para financiar seis cortometrajes de jóvenes directores africanos.
Hace un año, Netflix y UNESCO publicaron una convocatoria para un concurso de Cuentos Tradicionales Africanos. Sería una oportunidad única para cineastas y guionistas noveles africanos de crear y mostrar al mundo su visión imaginada de cuentos populares, en sus propios idiomas. Se recibieron más de 2000 solicitudes de 13 países africanos. Solo se seleccionaron seis. A los seis narradores se les dotó de recursos, que incluían un presupuesto de 100 000 dólares y la orientación de cineastas consolidados para producir cortos bajo el título «Cuentos tradicionales africanos revisitados».
El 29 de marzo se estrenaron mundialmente en Netflix las películas «Enemistad Djinn» de Mohamed Echkouna de Mauritania, «Katope» de Walt Mzengi Corey de Tanzania, «La elección de Halima» de Korede Azeez de Nigeria, «Anyango y el ogro» de Voline Ogutu de Kenya, «Katera de la isla del castigo» de Loukman Ali de Uganda y «MaMlambo» de Gcobisa Yako de Sudáfrica.
